Elegir entre la gran variedad de calderas gas natural que existe en el mercado no es sencillo. No se trata solo de escoger entre las más eficientes, de bajo NOx o de condensación, sino que es oportuno tener en cuenta toda una serie de factores que hay que valorar seriamente antes de decidirse por la que realmente conviene en cada caso. Veamos dos de los factores más importantes:
- El precio: empezamos por el que quizá más preocupa. Las calderas más eficientes son evidentemente más caras. Hay que ver entonces hasta qué punto compensa la inversión. Si se requiere un uso intensivo de la calefacción, como por ejemplo, en una vivienda habitual, seguramente merecerá la pena gastarse algo más. No obstante, hay que recordar el ahorro en combustible que vendrá, de manera que en un tiempo se habrá amortizado el gasto. Ahora bien, en una segunda residencia que se utilice poco en invierno seguramente no sea aconsejable invertir más de lo estrictamente necesario.
- La potencia: siempre se tiende a elegir los modelos de mayor potencia dentro de su gama. Pero a veces es contraproducente. Tanto si la caldera funciona a medio gas como si no tiene suficiente potencia para el circuito que debe alimentar lo que se produce, es un consumo innecesario de energía, un mal funcionamiento del equipo y, como consecuencia, una mayor posibilidad de que se produzcan averías.
¿Pero cómo calcular la potencia? Para ello habrá determinar las dimensiones de la instalación, el número de radiadores, el uso que se va a hacer de la calefacción y también las necesidades de agua caliente.
Otros aspectos a tener en cuenta
Precio y potencia son los dos factores más importantes, pero no son los únicos. Por ejemplo, antes de decantarse por una caldera de condensación hay que saber que se necesita disponer de un desagüe para los líquidos resultantes de la condensación.
Y en otro orden de ideas, hay que prever la facilidad para conseguir piezas de recambio, la existencia de un servicio técnico oficial o las garantías que ofrezca la marca elegida.
Escoger una caldera es una decisión que hay que tomar con tiempo y, a ser posible, contando con un buen asesoramiento. Una caldera adecuada hará que la factura del combustible sea menor, una que no se adapte a las necesidades reales de la instalación solo supondrá un gasto inútil de dinero.